Hubo transformación constante en el sistema político argentino, caracterizada por una alternancia en el poder, la institucionalización de la democracia y la aparición de nuevos actores políticos que desafían el bipartidismo.
En el marco de los 40 años de democracia vamos a exponer 10 hitos que el régimen político argentino ha ido sorteando o profundizando a lo largo del proceso democrático más largo de su historia.
1) 1983: Transición democrática y victoria de la UCR sobre el peronismo: El retorno de la democracia en 1983 marcó un cambio histórico con la elección de Raúl Alfonsín, representando a la Unión Cívica Radical (UCR), finalizando así la hegemonía electoral del peronismo en un contexto de elecciones libres. Este evento no solo significó un cambio de partido en el poder, sino también el comienzo de una nueva era política tras un periodo de dictaduras militares y proscripciones partidarias.
2) 1989: Primera sucesión democrática entre presidentes de partidos diferentes: En 1989 se produce una sucesión pacífica del poder entre Raúl Alfonsín (UCR) y Carlos Menem (PJ), marcando la primera transición democrática entre presidentes electos en más de 60 años, un hito en la consolidación democrática de Argentina. La última vez que había ocurrido algo así había sido entre Marcelo Torcuato de Alvear e Yrigoyen en el 1928. Con el añadido que en 1989 quienes se sucedían eran de partidos diferentes.
3) 1995: Consolidación de la democracia con sucesión de presidentes de diferentes partidos: La reelección de Carlos Menem en 1995 representó el primer caso en la historia argentina de dos presidentes consecutivos de partidos diferentes (UCR y PJ) que completaron sus mandatos, lo cual fue un signo de estabilidad y madurez política.
4) 1999: Alternancia de poder y ascenso de las coaliciones: El triunfo de la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, una coalición de la UCR y el FREPASO, sobre el PJ en 1999, evidenció la evolución del sistema político hacia una mayor competitividad y el establecimiento de coaliciones como actores relevantes en el escenario electoral. Por primera vez el peronismo era derrotado en ejercicio del poder. Sólo en diez años la democracia argentina había roto todos los récords de evolución democrática en el país.
5) 2001: Renuncia presidencial y sucesión constitucional: La crisis del 2001 llevó a la renuncia del presidente De la Rúa y la sucesión presidencial se manejó dentro del marco constitucional, con la Asamblea Legislativa designando finalmente a Eduardo Duhalde como presidente, lo que demostró la capacidad del sistema político para manejar crisis sin interrumpir el orden democrático.
6) 2003: Diversificación del peronismo y cambios en la competencia Electoral: En 2003, por primera vez desde la proscripción del PJ, el partido como tal no se presentó a las elecciones, lo que permitió la aparición de múltiples candidaturas peronistas con la utilización de diferentes sellos partidarios. Esto evidenció una diversificación interna del peronismo y una evolución hacia una mayor pluralidad política. El resultado fue la victoria de Carlos Menem sobre Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saa.
7) 2007 y 2011: Emergencia de nuevas fuerzas políticas: La aparición de la Coalición Cívica en 2007 y el Frente Progresista en 2011 como principales contendientes en las elecciones presidenciales marcó el ascenso de nuevas fuerzas políticas más allá de la tradicional dicotomía entre el PJ y la UCR. Aprovechando la ausencia de una oposición consolidada coaliciones que no provenía de las principales estructuras se hacía con el segundo lugar en unas elecciones presidenciales.
8) 2015: Implementación del balotaje: La elección presidencial de 2015 fue la primera en utilizar el balotaje, un mecanismo establecido en la reforma constitucional de 1994, lo que añadió una nueva dimensión al sistema electoral y permitió una definición más precisa de la voluntad popular en la elección del presidente. Hasta esta fecha todos los presidentes habían sido elegidos con el principio de mayoría simple atenuada: más del 45% de los votos. Todavía no existe el caso de un triunfo superando el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos respecto del segundo. Y si pensamos en términos de mayoría tradicional, durante las elecciones de 2011, un candidato logró una victoria con un porcentaje superior al 50%
9) 2019: Alternancia de poder y consolidación de Nuevas Fuerzas políticas: La victoria de la coalición de Cambiemos en 2015 y su posterior derrota en 2019 mostró una alternancia de poder y la consolidación del PRO, una fuerza política con menos de una década de existencia en ese momento. Era la primera vez que un gobierno que no era conducido por la UCR o el PJ finalizaba su gobierno y que un presidente perdía una elección en la que buscaba ser re-electo.
10) 2023: En construcción. competitividad en tiempos de crisis: El escenario actual muestra que el PJ por primera vez ha optado por no presentar a su presidente en busca de reelección, eligiendo en cambio una nueva candidatura que se mantiene competitiva a pesar de adversidades económicas. Por otro lado, está latente la posibilidad de que un candidato de escasa trayectoria política, sin una identificación cultural a los espacios políticos tradicionales, con una coalición fundada en el 2021 pueda hacerse de la presidencia.
Estos hitos reflejan una transformación constante en el sistema político argentino, caracterizada por una mayor alternancia en el poder, la institucionalización de la democracia y la aparición de nuevos actores políticos que desafían el tradicional bipartidismo.
* Licenciado en Ciencias Políticas, especialista en Comunicación y Marketing Político y director de la consultora rionegrina Estudio Par Consultores.